Cabalgué ante la locura, casi rozando sus frías manos. Dormí junto al lago de la esperanza, sin ni siquiera divisar la frontera que nos separaba. Sentí temor ante la adversidad, y cansado ya de no encontrar...erguí mi cuerpo, monté en mi corcel y galopé hasta encontrarte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario