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miércoles, 4 de abril de 2012

Gabriela

Solitario y perdido vagaba mi cuerpo. 
Mis pasos arrastrados por la arena se detuvieron al momento.
Una hermosa silueta apareció ante mis ojos, eras tu, mi bella Gabriela.
Tus cabellos dorados ondeaban al viento, como las ramas de un árbol saludan gracilmente al cantar del ruiseñor, y tus ojos, de un negro azabache, hipnotizaron mis sentidos, dejándome a merced de tus encantos de mujer.
Desde aquel momento, tu juventud y rebeldía, arrebataron el cariño de mi corazón, que ahora duerme en tu regazo, esperando ser despertado, para fundirse en armonía con la sensibilidad que los poros de tu piel desprenden.
Claro como el agua es el amor que siento por ti, y junto a mi pluma y tintero firmo esta carta para que lo sepa el mundo entero.

6 comentarios:

  1. Otro para la próxima publicación,. Me gusta!

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  2. jajaja bueno, las mejores cosas se cuecen en mi mente. Aquí no pongo lo que ha de salir en el próximo libro...

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  3. es bueno, me gusta.
    breve, pero intenso, hermoso. Me doy una vueltecita y curioseo, con tu permiso..

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  4. Muchas gracias Ángela, para eso esta el blog jejeje Mi permiso lo tienes y las ganas veo que también así que... cuando quieras!!! Aquí solo tengo pequeñas muestras, lo bueno esta en el libro que he publicado "Errores de una vida" Un cordial saludo!!

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