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sábado, 21 de enero de 2012

En mi jardín

Un pedacito de cielo cayó en mi jardín, raudo corrí a recogerlo para que no se ensuciara.


Al tomarlo en mis manos, sentí la dulzura que recorría su ser, decidí adoptarlo y llevarlo siempre conmigo.

Me hacia compañía, manteníamos largas conversaciones sobre cualquier tema. 

Me aconsejaba, me hacia sonreír cuando me encontraba triste  y hasta me animaba a seguir con mi trabajo cuando mis fuerzas fallaban...

Un día el trocito de cielo se enojó conmigo, un desafortunado  comentario le hizo ennegrecer y  comenzó a dejar caer agua en forma de lluvia.

Pedí perdón una y mil veces rezando por  conseguir ser perdonado, pero el trocito de cielo  me preguntaba que porqué iba a creerme cuando tenía muchos  más trocitos de cielo donde elegir.

Entonces yo le respondí: Porque tú eres el que caíste en mi jardín.